Blog de Mariangel Coghlan

Inspiración para combinar colores en el interior de tu casa

Mi aproximación al color empezó desde muy pequeña, tuve la suerte de vivir en las Arboledas, un fraccionamiento diseñado por el célebre arquitecto Luis Barragán. Crecí rodeada de color, algunas veces brillantes y luminosos, y en otras ocasiones más sombrios e intensos… hasta hoy, mi vida ha sido de muchos colores. Desde mi más tierna infancia supe que quería hacer algo por embellecer el entorno en el que vivía y me fui obsesionando con la búsqueda de la belleza.

Siempre he sido curiosa y observadora, pero en los últimos años he intensificado la costumbre de capturar todo lo que llama mi atención. La tecnología ha sido mi gran aliada; la capacidad prácticamente ilimitada de almacenamiento me ha permitido acumular y organizar miles de imágenes a través de las cuales he podido profundizar mi forma de ver. 

Disfruto y aprendo al analizar cómo ha ido evolucionando mi apreciación por el mundo que nos rodea y cómo esta forma de ver ha ido influyendo en mi trabajo creativo. La inspiración está en todas partes, pero hay que practicar mucho para encontrarla y poderla aplicar. Me identifico completamente con lo que decía Pablo Picasso:  “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”. 

Dónde y cómo encontrar inspiración es algo que tenemos que tener presente todo el tiempo en nuestra vida; es posible inspirarse a partir de lo que vemos, miramos y observamos a nuestro alrededor.

Para encontrar inspiración y aprender a combinar paletas de color en un espacio es necesario aprender a ver, a mirar y a observar. Estos tres verbos se refieren a la acción de percibir mediante el sentido de la vista y no tienen el mismo significado de forma directa, pero están interrelacionados.

Ver, implica conocer a través de la vista. Es un proceso que, gracias al modo en que la luz se refleja en los objetos y dependiendo de las condiciones físicas del ojo, nos permite darnos cuenta de aquello que nos rodea. Mirar es una primera percepción, tiene que ver con dirigir la vista hacia un objeto o lugar, es decir, enfocar algo en particular. Mientras que observar es, en primera instancia, examinar atentamente algo o a alguien. Esto significa que para observar tenemos que ver y mirar al mismo tiempo.

El Observar está relacionado con las asociaciones que podemos hacer sobre aquello a donde dirigimos la vista y sobre lo que nos formamos un juicio, es lo que nos permite aprender de lo que vemos.

El aprendizaje está sustentado en buena parte en lo que miramos, en cierta medida en nuestras experiencias previas y, finalmente, en la cantidad de metros cuadrados que diseñamos. Una vez aplicado el color en un proyecto, es recomendable analizar el resultado con la idea de escudriñar lo conseguido y aprender de lo realizado para poderlo perfeccionar.

Lo importante es entender y digerir toda la información que existe en nuestro alrededor y distinguir lo que nos sirve para transformar un espacio, para así lograr ambientes que emanen armonía y paz. Para conseguirlo es necesario estar mentalizados a que llevará tiempo y que siempre es necesario analizar y replantear las posibilidades hasta encontrar lo que nos haga felices.

Te deseo mucha suerte en este fascinante proceso y recuerda que siempre es posible transformar un espacio con el uso adecuado de color.

¡Hasta la próxima!

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